¡Nada! Busco más bien una
dama, hay mucha demanda de mujeres. Alguien que me excite las ideas más que mi
cuerpo. Que sea tan ruda como un hombre pero que se caracterice por su
feminidad. Que maquille su cerebro, pero
que cuide su rostro. Una dama que sus letras sean educadas pero groseras en la
cama, que invada ternura pero produzca odio.
Busco un ser que me dé alas
para viajar, ella puede ser esas alas. Alguien que se quede cuando yo la aleje,
pero que se aleje cuando quiero que se quede. Alguien que hoy quiera un spa de
cumpleaños, y mañana andar en bicicleta. Que ame tanto lo material como para
perderlo todo; así, porque sí. Una persona pulcra y de mente sucia. Quiero que
no acostumbre a servirme la comida sino a atenderme el alma. Deseo que me dé
tanta libertad como para quedarme con ella.
Que unas veces no me hable,
y otras deleite mis oídos con su voz. En realidad no busco nada, solo una mujer
que no sea mujer; algo loca y sensata a la vez, precisa pero que dude. Alguien
inteligente que no entienda los chistes. Alguien silenciosa y que me asuste con
un grito de vez en cuando. Una persona que se aburra de las flores, los
chocolates y los peluches, y que más bien prefiera tirarse de un avión o dejarse
corretear en un centro comercial.
Quiero encontrar a alguien
con la que pueda invertir los papeles; que me cuide cuando esté en mis días,
que me pague el cine y me abra la puerta del carro…solo para yo saber que
invierto en un buen negocio. ¿Que qué busco en una mujer? Yo no busco nada, no
busco mujeres, alguien que pueda conocer en una fiesta o en el trabajo, o en la
calle o que me la presente alguien, ¡no! Yo no busco algo normal, yo busco una
dama que esté en algún rincón del planeta, que quiera devorarse el mundo, que
quiera tomarse la vida tan en serio, que no le importe nada. Alguien con la que yo pueda saber, que el
amor verdadero existe…-¡Hey! Respondeme-. -Ya te dije-: busco a alguien con la
que pueda tener un divorcio feliz.
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