sábado, 23 de noviembre de 2013

¡NO PASA NADA CON EL SEXO!

¡Mentira! ¿Cómo voy a decir eso? Si tener sexo es uno de los placeres más ricos del ser humano. Son minutos de relajación y esfuerzo físico al mismo tiempo. Y hay quienes saben hacerlo; sean hombres o mujeres, con sus creativas poses, su coordinación corporal y esa batalla entre me vengo o me quedo, rápido o lento; hace que sea más prioritario el momento. Sin embargo, por más creativa que sea la mente para que la acción no se vuelva monótona, por más que veas películas porno para aprender o por más que los nuevos noviazgos te enseñen a hacerlo, el sexo no pasa de ser  una acción efímera, un momento en la historia, que se repite y se repite y no aprendemos más de ahí. Saber que un condón tiene alrededor de 7 pasos para usarlo adecuadamente o conocer los métodos anticonceptivos; causas y consecuencias y, las enfermedades de transmisión sexual; a la hora de la verdad es por lo que menos nos interesamos, y no debería ser así ¡claro está! Aunque digan que el sexo es saludable-que así lo creo- sigo pensando que con ese sexo del que todos hablan, no pasa nada.

Es probable que usted que está leyendo esto, esté pasando por la etapa de los orgasmos visuales y tenga sus necesidades, ¡tranquilo! todos hemos pasado por esa excitante etapa. Mi incomodidad está en las mentes ninfómanas que siguen escondidas en el clóset. Esas que creen que la única forma de agradar, es con temas de sexualidad; lo que más coraje me da es que no enseñan nada y eso se debe porque en realidad no saben NADA. Solo hablan suciamente del sexo, escuchan canciones con ese tipo de letras-como para no meterme con el reggaetón- y solo tienen imaginación para el doble sentido. 

Esas personas me exasperan, se creen los mejores sexólogos de la historia; hablan como si fueran los más expertos en el tema y terminan en la lista de enfermos mentales. Yo no sé si usted es virgen o es una trabajadora sexual, solo sé que ambas; aburren serlo. Pero hastía más, esas lenguas sexuales que ni sexys son. Lo invito a que deje de andar con ese grupo de pánfilos que juegan a ser ágiles investigadores sexuales, de verdad, no le aportan nada a su vida. Y si usted es uno de ese grupito, déjeme decirle que con ese tipo de sexo no pasa nada y entienda; sí, es rico pero eso no le va a durar para siempre. Ya deje de pensar que el amor necesita del sexo, entienda que es el sexo quien necesita del amor.

Exploren su cuerpo, conózcanlo, acaríciense; practíquenlo pero no caigan en la tontería de creerse “maduros” o “sentirse importantes” al hablar tan excesivamente de eso, porque es muy probable que usted esté dentro de ese rango de los de “tilín, tilín y nada de paletas” e incluso de los que el amor no ha tocado sus puertas para transformarles sus sentimientos y les abra el cerebro; por eso son de los que piensan que…”el que se enamora pierde”; ¡basura! Y ojalá que algún día se den cuenta que el amor dura más, algo que el sexo no ha podido. ¡Ah! Y si va a hablar de sexo, diga cosas que no sepan los demás, ese sexo pervertido ya todos lo conocemos y ahí no pasa nada, ¡investigue, lea! Si no pa’ qué vive…

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