sábado, 7 de septiembre de 2013

NO HAY TÍTULO

Es de noche, la luna brilla. Póngale las 12:40pm, mi cabeza se siente desolada tanto como su cuerpo, todo se ve al revés y no es un mareo; es sólo un capítulo de la vida. ¡Perdón! Pero me siento como si por un momento soñara que la ciudad está sola y lo único que me rodea es mi sombra y la cantidad de maravilla que algún día una máquina llamada SER creó. Tengo todo para llevarme y tiempo de sobra hay, pero siento que mi alma está escondida en algún rincón de esas calles desoladas y ni modo de buscarla si no sé por dónde empezar. Así mismo me siento; como un payaso tratando de ser feliz. Tengo sentimientos sin energía, débiles, con poca gracia porque no hay a quién contarle. Hay otra parte de mí, una que mis ojos no logran ver pero se siente como el viento, esa que tanto odian pero que a la vez desean a morir. ¡Sí! Eso que le dicen dizque ‘amor’ le regala un toque a mi soledad. Mientras puedo sentir la bulla de los que están en fiesta, los que caminan por las calles, las mismas que imagino destrozadas; mientras los carros pasan con sonidos llamativos, subliminales, llámele como quiera; mientras todo está ocurriendo, yo estoy frente a una computadora escribiendo algo que nadie va a leer y esperando escuchar el celular, de alguien que no va a llamar.

Tal vez esté equivocado al escribir estas letras -ruego-, ofrezco una disculpa pero mis letras se acostumbraron al llanto de mi mente. Perdón por sentir que no hay nada interesante que mostrar, que no me siento útil a la sociedad. Pareciera que el universo conspirara para que todo me saliera mal. Odio el fracaso, te detesto tanto como el día en que naciste, Lo peor es que me siento atado a ti, no encuentro tu debilidad, no sé qué hacer conmigo, ni contigo; no quiero que negocies más mis sueños porque siempre terminamos perdiendo dinero. Necesito un grito de creencia, de fe, y eso que le dicen esperanza. Perdón por ser desagradecido –lo sé-, lo tengo todo, pero mi mente necesita hacer sus necesidades. Yo no sé qué hay de mí, ni de las personas que me rodean. El sueño me está venciendo, el reloj avanza pero sé que ni el tiempo ni el sueño me harán despegarme tan fácil de esta oscuridad.

Perdón por sentir que mis ojos piden a gritos un refresco de agua salada, porque sencillamente no sé cómo evitarlo. Alguna vez han sentido que sus corazones se ahogan, que no se sienten bien en un lugar, que estorban, que les falta el aire o las ganas, o eso que todos dicen “la verraquera”…pues bien, me hace falta eso y todo a la vez. Ofrezco disculpas pero en este capítulo de mi vida algo no anda bien. Imagínese que está es un bosque donde los animales son pocos y los que hay son carnívoros y buscan a alguien como usted; con un cuerpo provocativo y sensible. Verás que no podrás dormir, ni mucho menos soñar, te obligan a estar atento pero con un pánico incontrolable, y todo para qué…para saber que al final serás consumido. Así mismo me siento, en una realidad que por más que estés atento o que te toque estarlo, al final serás consumido por ella; por injusticias, tristezas y con ganas de huir.

 Odio esta realidad, ésa que me está destruyendo poco a poco, ya no te quiero más, por favor vete y déjame en paz. Ofrezco mi perdón por decirle esto a usted, pero mi cuerpo está en discusión con mi alma, se han separado y no sé dónde buscar, y me siento intranquilo, con ganas de huir o llegar rápido a esa utopía a la que tanto anhelo pero que el miedo me priva y poco a poco me va encadenando. Me han ofrecido un plato de comida, o ¿será un libro? O ¿un lugar? La verdad ya ni sé, sólo recuerdo que se llama Dios y cada vez que lo nombro algo sopla en mí y me hace cerrar los ojos-no sé- se siente chévere. Busco una salida, una luz, busco que esa pólvora que suena en las calles también yo las pueda ver, pero no precisamente para verlas sino por el movimiento de mis ojos (la de alzar la cabeza).

Ofrezco disculpas por presentarme ante usted con la cabeza agachada y no como la que está en mi foto de perfil, simplemente porque estoy tratando de escupir las cadenas que me atan mis pies, estoy tratando de creer que mi saliva es lo suficientemente ácida como para reventarlas. ¡Perdón! Porque aun en la tristeza, sigo siendo un demente que inventa historias sólo para evadir el cuento que es famoso, el que todos se lo saben de memoria como la oración, ése; la realidad.
Ya es tarde, quisiera ser vampiro y volar por las calles, por ahora soy escritor, ¡ups! Perdón; inventor de mis propias simplezas letras. Y como diría el profesor: “ya pasamos la teoría, ahora vamos a la práctica.” Imágenes empezarán a rodar en mi mente en 3, 2,1…

viernes, 6 de septiembre de 2013

EXCITACIÓN DINERAL

Durante algunos años he aprendido a creer un poco más en mi mente. Por ahí dicen que “la mente es muy poderosa” o que todo está en ella. Pero cuando se trata de ahorrar, siento que cada neurona se enreda con las demás, mezclando sentimientos que a la final se vuelven un caos, peor que una batalla entre “encapuchados” y protestantes.

Se necesita de mucho valor y mentalidad para guardar dinero en una alcancía cuando el mundo real te obliga a tener plata en el bolsillo. Ahora bien, ahorrar no significa estar ‘pelado’ siempre. Lo que pasa es que vivimos en un país donde el famoso SMLV (Salario Mínimo Legal Vigente) está por debajo de los 600.000 mil pesos y son pocos los que tienen el privilegio de ganar por encima de éste, y aun así, los afortunados también dicen no estar a gusto. Y es que el dinero pareciera que se creara con ese único fin; el de gastarlo. Ya sea porque hay que pagar la universidad, la comida, alimentar al perro, la ropa, servicios, dejar para los pasajes e infinidades de cosas que a la final se resumen en una frase: “estoy pelado”. Y si ustedes tienen los típicos amigos que no se pierden una rumba un fin de semana; está peor que antes de llegarle la quincena.

Mi admirador número uno de otros unos,-Facundo Cabral- decía que; "el hombre debe ganar por lo menos lo que consume." Pero como vivimos en una sociedad donde queremos impresionar a personas que ni siquiera le importamos, donde le decimos ‘corruptos’ a los políticos porque se roban la plata, cuando nosotros somos otro estilo de política con el mismo fin; que no es más que el de robar al más bobo, donde algunos padres siguen educando a sus hijos para TENER y no para SER -por eso cuando crecen no entienden el valor de las cosas sino el precio-, básicamente donde sólo pensamos en el dinero o ‘generosamente’ el piensa en nosotros.

Vivimos en un mundo que es un negocio y nosotros sus clientes; es por eso que se nos hace tan difícil olvidarnos que hay unos cuantos billeticos por ahí guardados. Me he interesado por adquirir más conocimiento acerca de lo importante que es ahorrar. Y a partir de ahí, he tomado drásticamente la decisión de hacerlo. Si usted desde hace algún tiempo lo ha intentado, déjeme decirle que intentarlo no es suficiente. Puede sonar como un comercial de pastores tratando de enseñarnos las escrituras de la biblia, pero así es. Cuando empiezas a ahorrar debes luchar día a día con la tentación de querer gastarlo, a tal punto de llegar a olvidarse que lo tenías guardado. Si es posible, preste el dinero a una persona confiable que pueda devolvérselo más adelante; hasta puede cobrar intereses si desea y eso, lo beneficiaría mucho. Dividir el dinero que ha ganado, es otra manera de disminuir dicha tentación.

Cuando tomas esa decisión tan difícil, debes ser consciente de que dejarás de hacer algunas cosas como no ir a fiestas con los amigos, o un paseo con la familia o dejar de salir tanto con la novia. En este último punto déjeme decirle que si usted como hombre cree que esa es la única forma de conquistar -con regalos y saliditas-, está perdiendo su tiempo, pues cuando se dé cuenta que esa platica se perdió, serán los pequeños detalles los que más recordará. A mí no me salga con bobadas; ¡así es!

Es muy probable que sientas que estás siendo un poco “tacaño” o que los demás se lo digan, pero aquí es donde se debe aprender a administrar el dinero y pensar que muchos de los que te llaman “tacaño” probablemente no ahorren. Además si usted logra sobrevivir a ese reto personal, en verdad lo que está haciendo es construyendo un futuro mejor  ya sea como persona o en el ámbito laboral. Porque si va a ahorrar es para algún proyecto, sueños, metas; llámelo como quiera pero que sea para mejorar. Por eso, seguiré lavándome el cerebro tratando de sacar la basura que me negocia  mis ahorros, mentalizándome que se puede sobrevivir ante tan profunda excitación que produce el dinero guardado.