domingo, 30 de junio de 2013

La grosería nunca ha estado de moda

Sigo sin entender las palabras que nos inventamos para ofender a los demás; “percanta, pirobo, atembado, gonorrea, malparido”, sólo por nombrar algunas y eso que muchas de ellas poseen otro sentido que no tiene nada que ver con el que le damos. Me disculparán por usarlas en estas líneas pero lo único cierto es que nadie sabe en realidad su significado. Las usamos porque hemos escuchado que son utilizadas para ofender a otra persona. Estas ‘jergas’ (lenguaje especial de ciertas profesiones o grupos) se han vuelto indispensables a la hora de enfrentar una discusión o pelea. Sin embargo, ser grosero(a) nunca ha estado de moda; y si se fijan bien la palabra ‘grosería’ tiene sinónimos como indecencia, rusticidad, ignorancia, que fácilmente crea un concepto negativo de quien las diga.
“No te tengo miedo baboso, véngase pues marica”. Amigo lector, esto nunca lo hará más hombre al decírselo a otro y quedará siempre mal frente a una mujer. Para ellas es más atractivo escuchar frases como “aunque no te tenga miedo, pelear no es la manera de arreglar las cosas”.  Las palabras, el lenguaje, el simple hecho de hablar tienen magia. La palabra no sólo tiene poder como muchos dicen, crea un laberinto donde cada vez que profundizas el terreno te confundes porque nos acostumbramos a las palabras que escuchamos y las ponemos de ‘moda’.
Acongojar es sinónimo de entristecer, majestuoso de imponente, fodongo es sentirse sucio(a). Vigor es fortaleza y sutil es delicado. Alguien suspicaz es desconfiado y bárbaro es bruto. Si una mujer te dice desabrido te está diciendo brusco y si te dice pánfilo te está diciendo bobo. Gonorrea es blenorragia (inflamación de la mucosa de los órganos genitales, debido al gonococo) y si te dicen excéntrico su sinónimo es estúpido, tonto, inepto, incapaz, cretino, en fin; se pierde tiempo en ofender a alguien diciéndole todo esto, si con excéntrico es suficiente y será mejor porque probablemente no entienda.
El Glíglico  es un lenguaje creado por Julio Florencio Cortázar; escritor argentino nacido en Bélgica. Maestro del relato corto, la prosa poética y creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano. En su novela ‘Rayuela’ expresa el sexo de una manera ilegible (difícil de entender) que muy seguro, nadie pensaría que es grosero. “…Ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. A penas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón…” y si después de la acción te dicen “si que eres voluptuoso” siéntete orgulloso pues te dijo placentero, complaciente. Así que si ustedes son de los que utilizan el “garbimba, baboso, pirulea, pichurria, coscorria”, tengan cuidado, pues sólo están siendo víctimas de la ignorancia, la indecencia. Y si lo van a hacer, aunque mal esté, sean originales y construyan buenas palabras; lograrán mucho más así y fácilmente entrarán al mundo que he llamado ‘La Sociedad Elegante’ que bien vacía que sí está.

LIBERTAD vs LEYES

“Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de  los mismos derechos, libertades…” artículo 13 de los principios fundamentales, de La Constitución Política de Colombia. Se dice que desde las revoluciones burgueses del siglo XVIII y XIX, la libertad solía estar muy unida a los conceptos de justicia e igualdad, tal como lo muestra dicho artículo.
¿Ustedes creen de verdad que el hombre es libre? Vivimos en una sociedad donde nos juzgan por lo que llevamos puesto, por lo que decimos, hacemos y pensamos; donde la madre nos dice: “hijo guarde ese celular que se lo pueden robar” y no sólo te lo roban sino que además te asesinan. Donde el niño que hizo la tarea a la salida de clases siente miedo porque sus compañeros lo insultan diciéndole “sapo, niño nerd, etc.” Y empieza el fenómeno del Bullying.
El sacerdote pedófilo que se aprovecha de su profesión para satisfacer sus necesidades; el esposo que violó o mató a su mujer y el médico que dejó morir al paciente por dejarlo en la sala de espera. Y vaya donde la justicia para que hagan un acuerdo y al otro día quede en libertad, le den casa por cárcel o uno que otro ‘añito’ de prisión al asesino que mandó a la tumba a su esposa.
Si entendemos por libertad la capacidad que posee el ser humano de poder obrar según su propia voluntad, quiere decir que soy libre de hacer lo que quiera en esta vida ¡Un momento! Somos libres de hacer lo que queramos responsablemente, es decir, sin atentar contra los derechos de otras personas como lo dice el artículo 13 de la Constitución. ¡mmm! Entiendo, o sea que no hay libertad completa. Mi pregunta sería ¿es lo mismo tener la libertad de obrar bien o mal si la misma justicia es injusta?
Qué ejemplo nos está dando ‘la justicia’ cuando deja en libertad a un asesino, o para no ir tan lejos; recuerdan ¿la reforma a la justicia? Karl Marx, un filósofo Alemán de origen judío que también incursionó en el campo del periodismo y la política decía que “los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen en circunstancias escogidas por ellos, sino en circunstancias directamente encontradas, dadas y transmitidas desde el pasado” ; lo que quiere decir que el hombre no es libre de escoger por sí mismo una forma de sociedad.
El Dasein (en filosofía, ‘ser’) tiene una misión en su vida y es la de ser feliz y cada acto conlleva a una consecuencia; la libertad de escoger el mal es la infelicidad, sin embargo, no crean que las leyes que nos controlan,las del gobierno, sea las del bien.  Por ejemplo, recordando  nuestro pasado, Adolf Hitler fue presidente y canciller de Alemania,  se cree que fue la causa de muerte de aproximadamente 17 millones de personas incluyendo 6 millones de judíos.
El bien y la felicidad no está en poder hacer lo que queramos, está en la bondad en sí, esa que tiene nombre propio: Dios. En él está lo justoaunque aún así, haya que cumplir unas leyes para seguirlo y ser felices.

¡Al carajo con las redes sociales!

Y no es que esté insultando el trabajo de aquellos hombres creadores de grandiosas páginas, sitios web y todo eso que hoy nos facilita la vida ¡No! Sólo me da coraje el uso que le estamos dando. “Estoy hasta aquí” de tener que ver lo que la gente publica en sus perfiles. Los que se creen importantes y escriben todo lo que están haciendo, los que quieren generar polémica publicando imágenes y escribiendo “la verdad” de esos realities.
Aquellos que sólo suben videos a sus perfiles y escriben pedazos de la letra de la canción, y, los que pareciera que estuvieran en el último piso de un edificio a punto de saltar, por las historias de amor “trágicas” que experimentan. Amigo lector, usted puede pensar que cada uno es libre de publicar lo que quiera en su perfil y así es. Mi coraje va más allá de lo mencionado anteriormente. Escriban lo que escriban, hagan lo que hagan, escríbanlo y háganlo bien.
Ahora no sólo vemos esas historias aburridas que encontramos en las redes sociales, sino que también nos toca ver el abuso tan desagradable que le hacemos a la que se cree que es la segunda lengua más hablada del mundo, una de los 6 idiomas oficiales de la ONU, el castellano. La lengua que se dice que tuvo sus inicios desde el siglo V, esa que conocían como el latín vulgar que era hablada en las provincias romanas (y lo vulgar no era porque escribían palabras vulgares como sí las hay en las redes sociales sino por su derivación de vulgaris, es decir, común. Lo curioso es que para ese tiempo, en esos documentos llamados ‘Cartularios de Valpuesta’ donde aparecían las primeras palabras escritas en castellano anteriores a ‘Las Glosas Emialensis y Silensis (pequeñas anotaciones manuscritas realizadas en varias lenguas) también existían errores ortográficos, sin embargo, era sus principios.
Hoy, El Castellano ha evolucionado notablemente, aunque hay quienes sólo involucionan junto con sus errores gramaticales. Por eso, amigo lector, no se le haga extraño ver en una red social como Facebook escritos así: “ers lu mejolcitup k me a passaadoo n my tyste viaa” que traduce “eres lo mejorcito que me ha pasado en mi triste vida”. Carteles como “¡¡¡un aplauzo para la zorra que anda casando!!!” que sería, “un aplauso para la zorra que anda cazando”, nombres como “Plinzezita CaiiceDo” y todo lo necesario para destruir nuestro idioma.
Así no tenga interés por lo que la gente haga en las redes sociales, aunque me moleste, me preocupa más lo que está pasando con nuestro idioma, en ese mundo del ciberespacio donde se ha convertido en una adicción de querer saber lo que escriben y hacen los demás, dejando por debajo lo que nos comunica. Ya sólo queda pensar como Joaquín Salvador Lavado Tejón conocido como ‘Quino’, un creador de historietas de nacionalidad Argentina; en su más famosa tira cómica llamada ‘Mafalda’, “¿y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?”.